Ágil, una metodología enfocada en el cliente

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Metodología Ágil en Jelpit

¿Metodología ágil? ¿Agile? ¿Ágil? ¿Scrum, Kanban, Lean? ¿Te suenan familiares estas palabras? Tal vez sí, y si no te invitamos a seguir leyendo porque vas a empezar a escucharlas más seguido.

Los frecuentes cambios en las necesidades de los clientes, la urgencia de aumentar la productividad en las empresas y las tecnologías emergentes vienen dando paso a nuevas formas de trabajar. Todo responde a un mismo objetivo de parte y parte: obtener resultados, por supuesto, en el menor tiempo posible. 😬

Los inicios de la metodología Ágil

Veamos un poco de dónde viene todo este boom. A finales de los años 90, surgieron las bases de lo que sería más adelante la metodología ágil. Una forma de gestionar proyectos que “se enfoca en la participación de los usuarios y clientes más que en procesos y herramientas, trabajando más en el software y menos en la documentación, colaborando más con clientes en vez de negociar y responder a los cambios por encima de la planificación de los tiempos del trabajo”, según lo señala Silvia Rivadeneira, en su artículo académico ‘Metodologías ágiles aplicadas al modelado de requerimientos’. 🤔

Ahora bien, en 2001, 17 expertos en gestión de proyectos y desarrollo de software se reunieron, allí nació el Manifiesto por el Desarrollo Ágil del Software, el cual describe cuatro valores y doce principios de esta metodología. 

Los dos primeros principios explican de forma clara y sencilla el enfoque hacia el cliente. Estos indican que “la mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de software con valor. Y permite aceptar que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos ágiles aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente”.

Es así que estos principios han calado en gerentes y líderes de diferentes sectores que ven en la metodología una forma para lograr sus objetivos de cara a los clientes. Tal cual como en el inicio: resultados en poco tiempo. ¿Y esto qué significa? Pues que las empresas están adoptando en sus procesos la metodología ágil. 👍

Tener la capacidad de percibir cambios y dar respuesta a ellos, es lo que se logra con este método. Específicamente, los retos y oportunidades de cara a los usuarios permiten que las empresas innoven y respondan como se espera. 👏

¿En qué consiste la metodología Ágil?

La metodología se explica desde la prioridad que se le da a la interacción y colaboración con el cliente, al desarrollo del producto sobre la documentación extensiva y a la respuesta inmediata; trabajando en proyectos liderados por equipos interdisciplinarios y flexibles. 

Su forma de ejecución es mediante entregas rápidas y adaptables, todo con el objetivo de estar un paso adelante en mercados cada vez más cambiantes.  

De acuerdo con lo anterior, es evidente que las empresas también pueden aprovechar los beneficios que esta metodología ofrece al interior de la organización y que luego se ven reflejados en la experiencia del cliente. Estos beneficios son: flexibilidad, aprender a priorizar, alta motivación, mayor productividad, eficiencia y calidad. 💪

Es decir, a nivel interno, la cultura organizacional cambia; no se trabaja por grandes proyectos, sino que se piensa más en entregas. Por lo tanto, los resultados son más inmediatos y esto es lo que lleva a una cultura de servicio más centrada en los clientes, cumpliendo con sus expectativas en un periodo de tiempo más corto.

Adicional, la metodología ágil permite una forma de administración del trabajo con equipos autogestionados. Así los colaboradores y empleados se sienten importantes en cada proceso y tienen una auténtica motivación para realizar sus tareas brindando la mejor experiencia a los clientes. 🤩

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¿Cómo aprovechar la metodología Ágil?

Esta metodología ayuda a conocer mucho más a los clientes y mejorar su experiencia. ¿Cómo? Obteniendo datos sobre sus preferencias, mediante la constante retroalimentación de los productos o servicios. Al final se trata de comprender cómo el cliente percibe los productos, y poder cambiarlos o mejorarlos antes de que lleguen al mercado. 😉

Convertirse en una empresa ágil definitivamente implica una transformación total. Para aplicar esta metodología es necesaria una evolución de la cultura organizacional, cambios estructurales, presencia de líderes que apoyen los distintos procesos y responsabilidad frente al cliente para entregar resultados basados en sus expectativas; de nuevo, en el menor tiempo posible… pues seguro alguien más podría lograrlo antes. Jelpit, ¡bien hecho!

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